Terapia con luz roja e infrarroja ¿Qué dice la ciencia sobre sus efectos milagrosos?
Descubre qué dice realmente la ciencia sobre la terapia con luz roja: sus beneficios probados para la piel, calvicie y recuperación muscular vs. los mitos que te venden
¿Y si existiera una intervención que, sin hacer prácticamente nada, pudieras ralentizar el envejecimiento, acelerar la recuperación muscular, reducir el dolor crónico y mejorar tu estado de ánimo?
¡Sin cansarte, sin tener que renunciar a tu comida favorita ni tomar fármacos!... Ahora bien, tendrías que gastarte un pastizal 🤑.
Probablemente, como yo, habrás visto en redes sociales la creciente moda de la terapia con luz roja e infrarroja, promocionada como una solución casi mágica a un sinfín de problemas de salud.
La popularidad de la luz roja no ha dejado de crecer, en gran parte impulsada por su sencillez de uso y promesas tentadoras. La idea básica es sencilla: exponerte a ciertas frecuencias específicas de luz transformará tu salud.
Pero ya sabes que esta newsletter no va de fórmulas mágicas, sino de ciencia rigurosa y a mi este tipo de afirmaciones me hacen saltar todas las alarmas anti-curandero.
Por eso, me decidí a indagar qué dice realmente la evidencia sobre la fotobiomodulación. Mi sorpresa fue enorme cuando descubrí que la ciencia efectivamente respalda algunas de estas afirmaciones.
La pregunta, entonces, es: ¿Qué parte de esto es marketing y qué parte es ciencia real?
En este artículo voy a darte respuestas claras, honestas y basadas en evidencia científica sobre qué puede realmente hacer por ti la terapia con luz roja e infrarroja.
Vamos a explorar efectos reales sobre la piel, la visión y el envejecimiento, recuperación muscular, alivio del dolor, calidad del sueño, salud mental e incluso impacto hormonal y metabólico.
Mi objetivo es que al terminar de leer esto, tengas claro si esta terapia puede mejorar tu salud y calidad de vida (y cómo aprovecharla realmente).
¿Qué es exactamente la terapia con luz roja e infrarroja (y qué promete)?
Diferencias entre luz roja e infrarroja
Primero, vamos a aclarar una confusión habitual: aunque se suelen mencionar juntas, la luz roja y la infrarroja no son exactamente lo mismo, y entender esta diferencia es clave para aprovechar sus beneficios.
La luz roja es visible (con una longitud de onda entre 620 y 750 nanómetros aproximadamente), mientras que la luz infrarroja cercana (o NIR por sus siglas en inglés) es invisible al ojo humano, y su longitud de onda oscila entre los 750 y 1400 nanómetros.
Estas diferencias no son triviales. La longitud de onda determina hasta qué profundidad puede penetrar la luz en nuestra piel y tejidos y esto determinará, en gran medida, su acción biológica
La regla general es que cuanto mayor sea la longitud de onda de la luz, mayor es su penetración.
La luz roja, tiene una penetración limitada (hasta unos 5-10 milímetros). Por tanto, sus efectos son predominantemente superficiales y afectan solamente la piel.
La luz infrarroja cercana (780-1400 nm), por otro lado, puede penetrar algo más profundamente (hasta unos 5 centímetros en el mejor de los casos). Esto la hace potencialmente útil para tratar tejidos más internos como músculos, articulaciones y nervios superficiales1.

Sin embargo, incluso esta penetración tiene límites, por lo que debes mantener expectativas realistas sobre qué puede lograr realmente la luz infrarroja. Estudios recientes confirman que los efectos terapéuticos de esta terapia están directamente ligados a la profundidad alcanzada por la luz.
Pero no todo son longitudes de ondas, la penetración también está determinada por el tipo de luz que recibas, una luz láser penetra más que una luz LED, y también la intensidad: a más luz, más penetración2. Esto quiere decir que para que un panel led comercial tenga efecto necesitará tener la potencia suficiente y además tu tendrás que estar bastante cerca. Te cuento más sobre esto en la sección sobre si vale la pena comprar un panel o no.

Qué dice la publicidad vs. qué dice realmente la ciencia
La luz roja se vende a menudo como la solución para eliminar arrugas, aumentar el rendimiento físico, perder grasa, solucionar el insomnio e incluso mejorar en enfermedades más complejas como la depresión o la diabetes.
Pero con lo que te he explicado hasta ahora ya podrás comenzar a separar el grano de la paja: la evidencia científica sólida respalda el uso de la luz roja e infrarroja principalmente para efectos locales y superficiales, especialmente sobre la piel (envejecimiento, cicatrización) y en recuperación muscular leve. También existen estudios prometedores (aunque con menor rigor y consistencia) sobre dolor, inflamación leve, calidad del sueño y efectos temporales sobre metabolismo y hormonas.
👉🏼 En definitiva, aunque la terapia con luz roja puede aportarte beneficios interesantes y reales, no debes verla como una solución mágica universal. Mantener expectativas claras y realistas sobre lo que la ciencia respalda es esencial para decidir sabiamente.
Cómo funciona realmente la terapia con luz roja
Todo es culpa de las mitocondrias
Para entender realmente qué puede hacer por ti la luz roja e infrarroja, tenemos que hacer un "zoom in" dentro de la célula. En concreto, tenemos que fijarnos en las mitocondrias, nuestras fábricas de energía. Las mitocondrias son las principales responsables de generar el combustible celular (ATP) necesario para que tus músculos se muevan, tu cerebro piense claramente, tu piel se repare continuamente y, bueno, para absolutamente todo.
Si quieres aprender más sobre mitocondrias te recomiendo que mires la entrevista que le hice a Antonio Valenzuela en el podcast:
Lo interesante del caso es que las mitocondrias, para generar energía, usan lo que se llama "la cadena de transporte de electrones" y uno de los componentes cruciales de esta cadena es la proteína "citocromo C oxidasa" (CCO), que es extremadamente sensible a ciertos tipos específicos de luz, especialmente roja e infrarroja cercana3.
👉🏼 Cuando expones tus células a la luz roja e infrarroja, la CCO incrementa su actividad, lo que aumenta la producción de ATP. Este fenómeno se denomina fotobiomodulación, y es precisamente la base científica de la terapia con luz roja e infrarroja.
De alguna manera las mitocondrias actúan como paneles solares. Cuando reciben suficiente luz solar (en este caso, luz roja o infrarroja), empiezan a generar más energía. Esta energía extra hace que tus células sean más eficientes reparándose, reduciendo inflamación local y regenerando tejidos dañados. Este proceso bioenergético explica por qué tantas personas sienten beneficios inmediatos y visibles en piel, cicatrización y recuperación muscular cuando usan regularmente estas terapias.
Inflamación, angiogénesis y colágeno
Pero la terapia con luz roja no se limita a aumentar tu energía celular. También interviene directamente sobre tres procesos fundamentales para tu salud y longevidad:
La inflamación
La angiogénesis
La producción de colágeno.
Primero, hablemos de la inflamación. La inflamación crónica está detrás de prácticamente todas las enfermedades relacionadas con la edad, desde artritis hasta problemas cardiovasculares. Estudios científicos han demostrado que la terapia con luz roja reduce significativamente ciertos marcadores inflamatorios locales, especialmente en tejidos superficiales como la piel y músculos cercanos a la superficie. Este efecto antiinflamatorio suave pero real puede explicar por qué tantas personas experimentan alivio cuando aplican luz roja regularmente en áreas dolorosas.4
En segundo lugar, la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) es esencial para reparar tejidos dañados, especialmente heridas y lesiones musculares. La terapia con luz roja estimula este proceso al aumentar el flujo sanguíneo local, lo que acelera la recuperación y facilita la llegada de nutrientes a la zona afectada.5
Por último, está el famoso colágeno. A medida que envejeces, tu cuerpo produce menos colágeno, lo que hace que tu piel pierda firmeza y elasticidad. Algunos estudios muestran que la luz roja estimula directamente a los fibroblastos (células que producen colágeno), mejorando notablemente la apariencia y elasticidad de la piel con un uso constante. Aquí la evidencia es leve ya que los estudios están hechos in vitro y no en animales.6
Si quieres saber más sobre cómo optimizar tus niveles de colágeno te recomiendo que leas mis dos artículos sobre el cuidado de la piel:
Cómo Mantener Tu Piel Joven y Radiante: Estrategias y Hábitos Esenciales
¿Te has preguntado alguna vez si es posible rejuvenecer tu piel y mantenerla radiante a lo largo de los años?
Cómo Mantener Tu Piel Joven y Radiante (II): Suplementos y Tratamientos
Tener una piel joven y bonita es más que una simple cuestión estética.
Efectos demostrados científicamente en salud y anti-aging
Vamos a hacer un repaso detallado a las diferentes aplicaciones que tiene la terapia de luz roja o infrarroja, analizando la evidencia científica disponible para cada una de ellas.
Te aviso que esta será la parte más tediosa del artículo, en la que te iré nombrando efectos y te citaré artículos. Para mi escribirla ha sido un poco aburrido y entiendo que a ti también te pueda aburrir leerla. Mi recomendación es que mires los títulos y si hay algo que te interese te lo leas. Al final te dejaré una tabla resumen.
Efectos sobre la piel y pelo
¿Realmente reduce las arrugas?
Probablemente has escuchado a menudo que la terapia con luz roja es casi milagrosa para eliminar arrugas y rejuvenecer tu piel.
Aunque en ciencia no existen los milagros, en este caso es cierto que esta terapia tiene efectos reales, sólidos y científicamente comprobados en la apariencia y la salud de tu piel.
Diversos estudios clínicos han confirmado que la luz roja aumenta significativamente la producción de colágeno, lo que mejora visiblemente la textura y elasticidad de la piel, reduciendo arrugas superficiales y mejorando el aspecto general de la piel envejecida. Pero hay que ser realistas: los efectos acostumbran a ser modestos en comparación con los tratamientos de estética profesional y además requieren muchas sesiones a lo largo de semanas y meses para que se vean los resultados.
Cicatrización acelerada
Si tienes heridas que tardan en curar o cicatrices que te incomodan, aquí la terapia con luz roja e infrarroja realmente brilla.
Numerosos ensayos clínicos han demostrado que esta terapia acelera notablemente la cicatrización de heridas, reduciendo inflamación, estimulando el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y promoviendo la regeneración de tejido sano.78
La luz roja e infrarroja mejora el proceso de cicatrización a través de varios mecanismos:
Aumenta la proliferación de fibroblastos, células cruciales en la formación de tejido nuevo durante la cicatrización.
Incrementa la producción de factores de crecimiento como el TGF-beta y el VEGF, que son esenciales para la formación de tejido de granulación y la regeneración cutánea.
Mejora la microcirculación en la zona afectada, facilitando la llegada de nutrientes y células inmunitarias necesarias para la reparación tisular.
Modula la respuesta inflamatoria, reduciendo la inflamación excesiva que puede retrasar la cicatrización.
Esto puede ser especialmente relevante para personas con heridas quirúrgicas recientes, lesiones leves recurrentes, quemaduras superficiales o úlceras crónicas en la piel.
¿Funciona la terapia con luz roja para la caída del cabello?
Una de las aplicaciones que más me interesan a mi, personalmente, de la terapia de luz roja es para tratar la alopecia androgenética, la forma más común de pérdida de cabello en hombres y mujeres. La ciencia ha mostrado que es un buen tratamiento para recuperar algo de pelo... pero con matices.
La luz roja de baja intensidad ha demostrado en varios estudios clínicos que puede estimular los folículos pilosos en fase de miniaturización y favorecer su regreso a una fase de crecimiento activo (anágena). Este efecto se logra a través del mismo mecanismo de fotobiomodulación que vimos anteriormente: mayor producción de energía celular, mejora del flujo sanguíneo local y reducción de la inflamación en el cuero cabelludo.9
El mecanismo exacto por el que la luz roja favorece el crecimiento del cabello aún se está investigando, pero se han propuesto varias hipótesis basadas en estudios científicos:
La luz roja activa las células madre del folículo piloso, promoviendo su diferenciación y proliferación.
Aumenta el suministro de sangre al folículo, proporcionándole más nutrientes y oxígeno.
Reduce la inflamación perifolicular que está asociada con la miniaturización del folículo en la alopecia androgenética.
Disminuye los efectos negativos de la DHT (dihidrotestosterona) sobre los folículos pilosos.
Lo interesante es que los resultados se han observado en ensayos clínicos con humanos. En general, se requiere un uso constante (3 a 5 veces por semana, durante al menos 3 meses) para empezar a notar cambios visibles. Los mejores resultados se observan en personas que están en fases iniciales o moderadas de pérdida de cabello, y especialmente cuando se combina con otros tratamientos como minoxidil o suplementación específica.
Lo que sí debemos tener claro es que no se trata de una cura milagrosa (que pena), y los efectos varían de persona a persona. Pero estamos ante una terapia con cierta eficacia, sin efectos secundarios, basada en evidencia y que puedes aplicar en casa.
Impacto de la Terapia con Luz Roja e Infrarroja en la Salud Visual
Otra de las áreas prometedoras de esta intervención es la salud ocular. El mecanismo continua siendo el mismo: mejora de la actividad metabólica del ojo.10 Te detallo algunos de los estudios más relevantes que se han realizado:
Degeneración Macular Asociada a la Edad es una de las principales causas de pérdida de visión en adultos mayores. Estudios recientes indican que la fotobiomodulación puede ralentizar la progresión de esta enfermedad. La luz roja podría proteger las células fotorreceptoras de la retina mejorando la función mitocondrial y reduciendo el estrés oxidativo en estas células altamente sensibles.11
Síndrome del Ojo Seco, caracterizado por una producción insuficiente de lágrimas o una evaporación excesiva. Se ha observado que la luz roja mejora la función de las glándulas de Meibomio, responsables de la secreción lipídica en la película lagrimal, aliviando así los síntomas del ojo seco. Los estudios muestran que la terapia con luz roja puede aumentar la secreción de estas glándulas y mejorar la calidad de la película lagrimal.
El Glaucoma: Investigaciones preliminares sugieren que la PBM puede mejorar el flujo sanguíneo al nervio óptico, reducir el estrés oxidativo y promover la supervivencia de las células ganglionares de la retina, elementos clave en esta patología. Al mejorar la función mitocondrial, la luz roja podría proporcionar protección neuroprotectora para estas células críticas.
Miopía: Se ha observado que la exposición repetida a luz roja de bajo nivel puede ralentizar el crecimiento axial del ojo, sugiriendo un potencial en la gestión de la miopía. Estudios recientes en niños han mostrado resultados prometedores, aunque aún se necesita más investigación para establecer protocolos óptimos.12
¡Atención! Todos estos estudios que he mencionado se han hecho con dispositivos aprobados y siguiendo protocolos establecidos para garantizar su seguridad y eficacia. No creo que este tipo de intervenciones se tengan que hacer a la ligera en casa. La exposición a una fuente potente de luz roja puede dañar tu retina y, en este caso, no pasarse de la dosis es crucial.
Efectos antiaging de la luz roja
¿Quieres descubrir el resto de aplicaciones y saber si realmente vale la pena invertir en esta tecnología?
¿Vale la pena invertir en conocimiento científico que podría ahorrarte miles de euros en productos inútiles? Tu bolsillo y tu cuerpo ya conocen la respuesta.
Ya te he comentado que la exposición a la luz roja e infrarroja aumenta la actividad mitocondrial, uno de los marcadores más importantes de longevidad. Este efecto es especialmente relevante en la piel.13
Para conseguirlo se necesita una frecuencia de exposición alta (3 o 4 sesiones semanales, 10-20 min por sesión) durante, al menos, 4 semanas para ver resultados.
Además, es importante exponerte a las longitudes de onda adecuadas (generalmente entre 620-750 nm para efectos sobre piel superficial).
Si estás considerando un panel doméstico, este es el que recomiendo.
Los efectos anti-aging de la luz roja van más allá de la simple apariencia estética. La fotobiomodulación puede influir directamente en los procesos celulares asociados con el envejecimiento:
Mejora la función mitocondrial, que tiende a deteriorarse con la edad, aumentando así la producción de energía celular.
Reduce el estrés oxidativo, uno de los principales mecanismos del envejecimiento, al estimular la actividad de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa.
Disminuye la inflamación crónica de bajo grado, otra marca característica del envejecimiento.
Promueve la autofagia, el proceso natural de "limpieza celular" que elimina componentes dañados o disfuncionales.
Investigaciones recientes también sugieren que la luz roja puede tener efectos positivos sobre la longitud de los telómeros (los "capuchones" protectores de los cromosomas cuyo acortamiento está asociado con el envejecimiento) y la expresión de ciertos genes relacionados con la longevidad. Sin embargo, estos estudios son aún preliminares y requieren más validación.
Recuperación muscular y rendimiento deportivo
Aquí nos encontramos en un área donde las promesas no están a la altura de la realidad.
La evidencia científica actual es bastante clara: los beneficios de la luz roja sobre el rendimiento directo son mínimos o inconsistentes.1415
Dicho esto, también es cierto que, al mejorar la recuperación de lesiones menores, reducir inflamación muscular y disminuir el dolor post-entrenamiento, indirectamente podría ayudarte a mantener una rutina de ejercicio más consistente y eficaz a largo plazo.16
¿Acelera la recuperación muscular?
Aquí tengo mejores noticias para ti.
Estudios científicos bien diseñados han demostrado consistentemente que la fotobiomodulación reduce el dolor muscular tardío (conocido como agujetas o DOMS), acorta el tiempo de recuperación muscular después del entrenamiento intenso y reduce significativamente la inflamación muscular localizada.17
La terapia con luz roja e infrarroja parece acelerar la recuperación muscular a través de varios mecanismos:
Reduce la inflamación aguda post-ejercicio, modulando la actividad de citoquinas proinflamatorias y antiinflamatorias.
Aumenta la síntesis de proteínas musculares al mejorar la función mitocondrial y la disponibilidad de ATP.
Estimula la formación de vasos sanguíneos (angiogénesis) alrededor del tejido muscular, mejorando el aporte de nutrientes y la eliminación de productos de desecho.
Reduce el estrés oxidativo inducido por el ejercicio intenso, que contribuye al daño muscular.
Diversos estudios han mostrado que atletas que reciben terapia con luz roja inmediatamente después de entrenamientos intensos presentan niveles más bajos de marcadores de daño muscular en sangre (como creatina quinasa), menor percepción de dolor y una recuperación más rápida de la fuerza muscular.
Si entrenas regularmente o practicas deportes exigentes como CrossFit, ciclismo o running, utilizar un dispositivo doméstico de luz roja podría ayudarte a acelerar tu recuperación muscular y mantener mejor ritmo de entrenamiento.
Cómo optimizar su uso en tu rutina deportiva
Para optimizar los beneficios en recuperación muscular, te recomiendo utilizar un panel de luz infrarroja cercana (entre 800 y 1000 nm, más penetrante) justo después de tu entrenamiento, en sesiones de 10 a 20 minutos sobre los grupos musculares específicos trabajados. Esta práctica sencilla, aplicada de forma constante, puede marcar la diferencia en cómo te recuperas sesión tras sesión.
El protocolo ideal para la recuperación muscular sería:
Aplicar la terapia con luz roja e infrarroja preferiblemente dentro de las 6 horas posteriores al entrenamiento, cuando los procesos inflamatorios están en su punto álgido.
Colocar el panel a una distancia de 15-20 cm de la piel para maximizar la penetración.
Tratar cada grupo muscular durante 10-20 minutos.
Aplicar la terapia 2-3 veces por semana en días de entrenamiento intenso.
Este enfoque simple pero sistemático puede reducir significativamente tus tiempos de recuperación y permitirte mantener un programa de entrenamiento más consistente e intenso a largo plazo.
Dolor crónico e inflamación
La terapia con luz roja funciona especialmente bien en dolores superficiales, como dolores musculares locales, dolores cervicales o lesiones articulares superficiales. Diversos estudios clínicos confirman que esta terapia reduce significativamente el dolor local y mejora la movilidad en estas condiciones.1819
Sin embargo, para dolores profundos como artrosis severa o patologías internas profundas, la eficacia es limitada o prácticamente nula, debido a las limitaciones en la penetración de la luz infrarroja cercana.
El mecanismo por el que la luz roja alivia el dolor implica un poco lo mismo que te he dicho anteriormente:
Reducción de la inflamación local a través de la modulación de mediadores inflamatorios como prostaglandinas, interleucinas y TNF-alfa.
Mejora de la circulación local, que ayuda a eliminar mediadores del dolor acumulados.
Estabilización de la membrana de las células nerviosas, reduciendo su excitabilidad y la transmisión de señales de dolor.
Estimulación de la liberación de endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo.
Los estudios demuestran que esta terapia puede ser particularmente eficaz para condiciones como dolor cervical, dolor de espalda baja, tendinitis y dolores musculoesqueléticos crónicos. En muchos casos, los pacientes reportan una disminución del dolor de entre el 30% y el 50% después de varias sesiones.
Cómo usar la fotobiomodulación para reducir inflamación crónica
El protocolo para reducir el dolor se parece mucho al que te he comentado para acelerar la curación de heridas: Varias sesiones breves de 15 minutos por semana, dirigidas específicamente a la zona dolorosa durante varias semanas.
Ya sé que es un protocolo poco preciso, pero la realidad es que aún no hay muchos estudios clínicos estandarizados y estamos en la etapa de que "cada maestrillo tiene su librillo".
Sin embargo, basándonos en la literatura disponible, un protocolo razonable para el manejo del dolor crónico podría ser:
Sesiones de 15-20 minutos, 3-5 veces por semana.
Aplicar directamente sobre la zona dolorida, con el panel a 15-30 cm de distancia.
Utilizar preferentemente luz infrarroja cercana (800-1000 nm) para condiciones más profundas y combinación de roja e infrarroja para problemas superficiales.
Mantener la terapia durante al menos 2-4 semanas para evaluar beneficios.
Para dolor crónico, considerar sesiones de mantenimiento (1-2 veces por semana) después del protocolo inicial.
Salud mental, sueño y neuroprotección
Aunque algunos estudios preliminares sugieren que la luz roja podría mejorar ligeramente la calidad del sueño (posiblemente debido a su capacidad para reducir inflamación y estrés local), la evidencia científica es todavía muy limitada en humanos. Por ahora, considera esta terapia como un apoyo potencial y complementario para dormir mejor, pero no como la solución principal a tus problemas de sueño.20
El posible mecanismo por el que la luz roja podría mejorar el sueño está relacionado con:
Modulación de la melatonina a través de efectos sobre la glándula pineal.
Reducción de la inflamación y el estrés oxidativo en el sistema nervioso central.
Regulación del ritmo circadiano a través de vías no visuales que conectan la retina con el hipotálamo.
Algunos usuarios reportan que usar luz roja de baja intensidad en las primeras horas de la noche les ayuda a relajarse y prepararse para dormir. Aunque estos reportes son interesantes, la evidencia científica sólida aún es escasa y se necesitan más estudios controlados para confirmar estos efectos y establecer protocolos óptimos.
Efectos sobre ansiedad, estrés y depresión
La investigación actual sobre salud mental y terapia con luz roja aún está en fases iniciales. Algunos estudios preliminares muestran mejoras modestas en síntomas de ansiedad leve o estrés localizados, pero no existen todavía resultados sólidos que apoyen su uso generalizado como tratamiento para trastornos mentales severos.21
Las hipótesis sobre cómo la luz roja podría afectar la salud mental incluyen:
Mejora del metabolismo energético en neuronas y células gliales.
Reducción de la neuroinflamación, un factor cada vez más reconocido en trastornos como la depresión.
Modulación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
Promoción de la neuroplasticidad y la neurogénesis.
Si bien estos mecanismos son biológicamente plausibles, la evidencia en humanos sigue siendo limitada. Algunos estudios pequeños han mostrado reducciones modestas en síntomas de ansiedad y mejoras en estados de ánimo, pero se necesitan ensayos clínicos más grandes y rigurosos para confirmar estos hallazgos.
Prevención del deterioro cognitivo
En modelos animales, la luz roja ha mostrado potencial neuroprotector prometedor. Sin embargo, los estudios en humanos son todavía escasos y preliminares. Debemos esperar más investigaciones antes de considerar esta terapia como una estrategia fiable contra enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson.22
Los estudios en modelos animales han mostrado que la fotobiomodulación puede:
Reducir la acumulación de placas beta-amiloides en modelos de Alzheimer.
Disminuir la muerte neuronal en modelos de Parkinson y otros trastornos neurodegenerativos.
Mejorar la función mitocondrial en neuronas, cuya disfunción es un factor común en muchas enfermedades neurodegenerativas.
Aumentar la expresión de factores neurotróficos que promueven la supervivencia neuronal
Efectos sobre el metabolismo y las hormonas
Hay un hype importante sobre el uso de la luz roja para la optimización metabólica. Como ya hemos visto, esta intervención aumenta la actividad de las mitocondrias y esto va directamente ligado con una mayor captación de glucosa y mejora metabólica.
¡Hasta hay un estudio muy interesante que demostró que la exposición a luz roja reducía los picos de glucosa postprandial!23
Estudios recientes han encontrado que la exposición a ciertos protocolos de luz roja e infrarroja puede mejorar temporalmente la sensibilidad a la insulina, posiblemente a través de:
Mejora de la función mitocondrial en células musculares, aumentando la captación de glucosa independiente de insulina.
Reducción de la inflamación en tejido adiposo, que está directamente relacionada con la resistencia a la insulina.
Aumento de la expresión de transportadores GLUT-4 en la membrana celular, facilitando la entrada de glucosa en las células.
Este efecto, aunque temporal, sugiere que la luz roja podría tener aplicaciones interesantes en la gestión de la respuesta glucémica.
¿Ayuda a perder peso o quemar grasa localizada?
A pesar de lo que te he dicho, no existe evidencia científica sólida que respalde la idea de que la luz roja sea efectiva para perder peso o reducir significativamente grasa localizada de manera sostenida en humanos.24
Las mejoras que se observan en la sensibilidad a la insulina tras exposición a luz roja, pero estos efectos son transitivos y modestos.
Las afirmaciones sobre reducción de grasa localizada se basan principalmente en estudios in vitro (cultivos celulares) donde se ha observado que la luz roja puede aumentar temporalmente la lipólisis (descomposición de grasa) en adipocitos aislados. Sin embargo, esto está muy lejos de demostrar un efecto significativo en el cuerpo humano completo.
👉🏼 Para perder grasa corporal de manera efectiva y sostenible, no hay sustituto para el déficit calórico (comer menos calorías de las que gastas), combinado con ejercicio regular y hábitos saludables que mejoren tu composición corporal.
Tabla resumen: Qué dice la ciencia sobre la terapia con luz roja
Sé que te he dado mucha información, déjame que te pase una tabla que te servirá de referencia.
¿Vale la pena comprar un panel de luz roja para casa?
Llegados a este punto, es probable que te sientas un poco liado:
¿Sirve o no sirve?
¿Me gasto 1000€ en un panel de luz roja e infrarroja?
La respuesta, como sucede con las respuestas inteligentes y sensatas, depende de cuáles sean tus objetivos reales, tus expectativas y, sobre todo, tu contexto personal.
Si lo que buscas es:
Mejorar la calidad de tu piel
Reducir cicatrices visibles
Acelerar ligeramente la recuperación muscular tras entrenamientos intensos
Aliviar dolores superficiales frecuentes
Y no vas apurado de dinero...
Entonces invertir en un dispositivo doméstico tiene sentido.
Aquí los beneficios están claramente respaldados por la ciencia, y la comodidad de tener el dispositivo en casa te permitirá usarlo con la regularidad necesaria para ver resultados reales y sostenidos en el tiempo.
El panel de luz roja que recomiendo
Mi recomendación es que compres un dispositivo de la marca CytoLed. Son una de las marcas punteras y varios profesionales de la fotobiomodulación me la han recomendado. Yo tengo uno de sus paneles y me va genial. Antes de adquirirlo me aseguré que la calidad de construcción y especificaciones técnicas estubieran a la altura de lo que necesitas para ver resultados reales.
Tengo un acuerdo de afiliación con ellos. Si usas el cupón "ORIOLRODA" tendrás un 10% de descuento en tu compra. Recuerda que solo recomiendo productos que uso personalmente.
Sin embargo, si tus objetivos son más complejos (como reducir significativamente la grasa corporal, mejorar drásticamente tu rendimiento deportivo, controlar enfermedades metabólicas graves o resolver trastornos del sueño severos), entonces tu tiempo, dinero y energía estarán mejor invertidos en mejorar hábitos más fundamentales como alimentación, ejercicio físico, sueño adecuado o gestionar tu estrés emocional.
Además tienes que tener presente un sesgo que los humanos tenemos: el de creernos que "lo estamos haciendo bien" cuando no es el caso. Si comprarte un panel hace que entrenes menos o que descuides tu alimentación, entonces no te lo compres.
Pero antes de invertir en un costoso panel, hay un aspecto fundamental que no podemos ignorar: el sol es la fuente más potente, accesible y natural de luz roja e infrarroja que existe.
La alternativa gratuita: El sol como fuente natural de luz roja e infrarroja
La luz solar contiene todo el espectro de luz, incluyendo cantidades significativas de luz roja e infrarroja cercana. De hecho, aproximadamente el 42% de la radiación solar que alcanza la superficie terrestre está en estos rangos beneficiosos.
La gran ventaja de la exposición solar moderada es que obtienes no solo los beneficios de la luz roja e infrarroja, sino también:
Producción natural de vitamina D, esencial para cientos de procesos metabólicos.
Regulación del ritmo circadiano, fundamental para un buen sueño y salud hormonal.
Exposición a luz azul natural por la mañana, que mejora el estado de ánimo y la cognición.
Contacto con la naturaleza, que tiene beneficios psicológicos bien documentados.
Estudios comparativos sugieren que 20-30 minutos de exposición solar directa (evitando las horas centrales del día en verano) pueden proporcionar beneficios similares a los de sesiones con paneles artificiales.
Sin embargo, el sol tiene dos limitaciones importantes:
La disponibilidad depende del clima, ubicación geográfica y estación del año.
La exposición solar implica también radiación UV, que en dosis excesivas aumenta el riesgo de daño cutáneo y envejecimiento.
El equilibrio perfecto sería: priorizar la exposición solar regular y segura como base, y considerar un panel de luz roja solo como complemento para situaciones específicas (tratamientos intensivos, meses de invierno o cuando las condiciones climáticas no permitan suficiente exposición solar).
👉🏼 Recuerda que muchos de los investigadores en fotobiomodulación sugieren que parte de los problemas metabólicos y de salud modernos pueden deberse precisamente a nuestra falta de exposición a la luz natural. Antes de buscar soluciones tecnológicas costosas, considera si simplemente necesitas volver a conectar con los ritmos naturales de luz.
Cómo elegir el panel adecuado
Si finalmente decides comprar un panel de luz roja e infrarroja, es esencial que escojas el adecuado. Aquí te dejo las claves prácticas para hacer una compra inteligente:
Longitud de onda
Busca paneles que ofrezcan al menos dos tipos de luz:
Luz roja visible entre 620-750 nm, ideal para efectos superficiales en la piel.
Luz infrarroja cercana entre 780-1000 nm, necesaria para llegar a tejidos musculares más profundos.
Lo ideal es un panel combinado, que te permita seleccionar entre ambas o usarlas conjuntamente según tus necesidades.
Es importante verificar que el fabricante proporcione información específica sobre las longitudes de onda exactas que emite el dispositivo. Algunos dispositivos de gama baja pueden anunciarse como "luz roja" pero emitir en un espectro más amplio o menos preciso, reduciendo significativamente la eficacia terapéutica.
Los paneles que recomiendo (CytoLed) especifican exactamente estas características técnicas, que es crucial para evaluar si realmente vas a obtener beneficios terapéuticos. Aquí tienes más información.
Potencia (irradiancia)
Una potencia demasiado baja hará que necesites sesiones largas para ver beneficios, mientras que una potencia excesivamente alta también podría ser menos efectiva y hasta peligrosa para la salud. El rango ideal está entre 50 y 100 mW/cm².
La irradiancia determina cuánta energía lumínica recibe realmente tu piel. Este parámetro es crucial y muchos fabricantes solo proporcionan la potencia total del dispositivo (en vatios), lo cual no es suficiente para evaluar su eficacia. Verifica siempre la irradiancia a la distancia recomendada de uso.
Tamaño y diseño
El tamaño del panel determinará qué áreas del cuerpo puedes tratar simultáneamente. Para necesidades específicas (como tratamiento facial o alopecia), dispositivos pequeños y dirigidos pueden ser suficientes. Para tratamientos corporales o musculares más amplios, necesitarás paneles más grandes.
Algunos dispositivos ofrecen características de conveniencia como temporizadores incorporados, diversos modos de configuración y opciones de montaje, que pueden mejorar significativamente la experiencia de usuario a largo plazo.
Tiempo de exposición
Normalmente, sesiones de entre 10 y 20 minutos por zona son suficientes. Asegúrate de que el panel elegido especifique claramente la irradiancia para que puedas calcular fácilmente tus tiempos ideales de exposición.
Cuánta luz necesitas realmente: dosis efectivas y errores frecuentes
Un error habitual al iniciarse en esta terapia es pensar que "más es mejor". Sin embargo, esto no es cierto en la fotobiomodulación. La curva dosis-respuesta (llamada curva Arndt-Schulz) muestra que existe una "ventana óptima" de eficacia terapéutica. Tanto dosis insuficientes como excesivas pueden resultar en menos beneficios o incluso efectos contraproducentes.
Por ejemplo, si utilizas tu panel demasiado poco tiempo o de forma irregular, difícilmente notarás efectos. Pero si lo utilizas demasiado tiempo (más de 30 minutos diarios por zona específica), podrías provocar fatiga celular o reducir la respuesta beneficiosa que buscas, limitando notablemente los resultados esperados.
Los estudios científicos han demostrado que esta "curva de respuesta bifásica" es real: dosis muy bajas de luz roja no producen efectos terapéuticos significativos, dosis moderadas producen efectos óptimos, y dosis excesivamente altas pueden inhibir o incluso revertir los beneficios.
La dosis óptima depende de varios factores, incluyendo la condición específica a tratar, la profundidad del tejido objetivo, y características individuales como el tipo de piel. Por eso es importante comenzar con las recomendaciones del fabricante e ir ajustando según tu experiencia personal.
Sigue siempre las recomendaciones del fabricante, y recuerda que una exposición moderada, constante y regular es mucho más eficaz que sesiones largas esporádicas.
Errores comunes al usar paneles domésticos (y cómo evitarlos)
Aquí tienes los tres errores más frecuentes que deberías evitar si quieres obtener el máximo beneficio de tu panel doméstico:
No mantener constancia
Muchos usuarios esperan resultados inmediatos tras pocas sesiones. La terapia con luz roja e infrarroja requiere paciencia y regularidad (mínimo varias sesiones semanales durante al menos 4-6 semanas) para observar cambios significativos.
La constancia es el factor más importante en la efectividad de esta terapia. Es preferible realizar sesiones cortas pero regulares (por ejemplo, 10 minutos diarios) que sesiones largas pero esporádicas (como 40 minutos una vez a la semana).
Establece un horario regular para tus sesiones, idealmente incorporándolas a una rutina existente (por ejemplo, mientras lees o ves televisión por la noche) para facilitar el cumplimiento a largo plazo.
Distancia incorrecta
La mayoría de fabricantes recomiendan colocar el panel a una distancia específica del cuerpo (entre 10 y 30 cm). Colocarlo demasiado lejos reduce notablemente la eficacia, mientras que demasiado cerca podría generar incomodidad o reducir el área tratada.
La irradiancia disminuye exponencialmente con la distancia (ley del cuadrado inverso), por lo que pequeños cambios en la distancia pueden resultar en grandes diferencias en la dosis recibida. Mide y mantén la distancia recomendada de manera consistente.
Esperar resultados profundos o milagrosos
Esta terapia tiene límites claros definidos por la profundidad de penetración, como ya hemos discutido. No es una solución mágica y no tiene que usarse como excusa para no hacer otras cosas más importantes.
Muchos usuarios abandonan la terapia prematuramente porque sus expectativas eran irreales (como eliminar completamente arrugas profundas o curar condiciones médicas complejas). Establece expectativas realistas basadas en la evidencia científica.
Recuerda siempre que la terapia con luz roja debe considerarse como un complemento, no un sustituto, de hábitos fundamentales de salud como buena alimentación, ejercicio regular, sueño de calidad y manejo del estrés.
Conclusión: Mi opinión personal basada en la ciencia y experiencia
Tengo que confesar que cuando me planteé escribir este artículo estaba convencido que sería para desmentir falsas promesas.
Me sorprendió muchísimo ver el alto grado de evidencia que hay para muchos tratamientos de fotobiomodulación. La conclusión es clara: la terapia con luz roja e infrarroja puede ser una herramienta útil y beneficiosa en contextos muy específicos, particularmente relacionados con la piel, cicatrización, recuperación muscular y reducción de dolor superficial.
Sin embargo, también es importante recalcar que la mayoría de estudios están hechos en un contexto clínico, que no tiene nada que ver con lo que puedes hacer en casa. También es cierto que los precios a los que se venden estos paneles son bastante prohibitivos y, además, esta terapia no sustituye nunca acciones más fundamentales y poderosas como mantener una dieta saludable, practicar actividad física regular, dormir adecuadamente y gestionar tu estrés emocional.
En términos prácticos, podríamos considerar la terapia con luz roja como una excelente "acción secundaria", es decir, algo que complementa, mejora y potencia tus esfuerzos fundamentales, pero que por sí sola no producirá transformaciones radicales.
Estos paneles, como toda tecnología relacionada con la salud, no son mágicos: funcionan dentro de los límites de lo que la biología y la física permiten. La luz roja puede estimular procesos celulares naturales, pero no puede forzar a tu cuerpo a hacer cosas para las que no está diseñado.
Si decides incorporar esta terapia a tu rutina, hazlo con expectativas realistas y como parte de un enfoque integral de salud y bienestar. Los resultados más consistentes y significativos se observan en personas que mantienen buenos hábitos fundamentales y utilizan la terapia con luz roja como un complemento, no como solución única.
Vivimos en una época maravillosa en la que la ciencia nos ofrece herramientas impresionantes para cuidar nuestra salud, pero también vivimos rodeados de marketing y promesas vacías que pueden distraernos de lo realmente importante.
La terapia con luz roja puede ser útil, sí, pero nunca olvides que tu salud es demasiado valiosa para dejarla exclusivamente en manos de gadgets y soluciones rápidas. Antes de invertir tiempo, dinero o esperanza en una nueva tecnología, pregúntate siempre si realmente estás poniendo tu energía en las acciones más poderosas y fundamentales para tu salud.
Si después de leer todo esto decides que quieres probar la terapia con luz roja, recuerda que la calidad del dispositivo marca la diferencia entre ver resultados reales o tirar tu dinero.
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Tu cuerpo, tu mente y tu tiempo merecen las mejores decisiones posibles. Elige sabiamente, invierte primero en hábitos sólidos, y luego añade, si lo deseas, herramientas como esta terapia, siempre con conocimiento, realismo y perspectiva.
Al fin y al cabo, la salud verdadera no viene en forma de píldora ni de panel luminoso, sino de las decisiones diarias que tomas hoy, mañana y todos los días de tu vida.
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Excelente artículo, Oriol. No había tenido oportunidad de leerlo con calma hasta ahora.
Hay mucho trabajo tuyo detrás y se agradece.
He realizado bastantes sesiones de BPM, siempre después de usar una cámara hiperbárica y/o una sesión de crioterapia, con maquinaria de la empresa CTN (la misma que ayudó a los futbolistas de la Selección Española de Fubol, en la Eurocopa) y mis impresiones han sido excelentes. A mis 57 años, no aspiro a un rendimiento deportivo de competición pero recuperé mis marcas y vitalidad después de una importante enfermedad.
No es solo la BPM, obviamente, pero sí puedo decir que a nivel de recuperación muscular, niveles de energía y reducción de la inflamación, merece mucho la pena el tratamiento.
Ciertamente, a los temas estéticos ni le he prestado atención, ni nunca fueron una razón para mí, para utilizar BPM pero es interesante saber lo que has expuesto en el artículo.
Muchas gracias y un saludo.
Espectacular artículo. Enhorabuena!