3,2,1 ¿La proteína es mala? Y una recomendación de un suplemento

¿La proteína para longevidad? Quizás menos es más. 3 reflexiones sobre por qué debemos cambiar de opinión cuando la evidencia cambia + la suplementación que realmente funciona.

El correo de hoy es para pensar.

Vamos a revisar el axioma de que

“Comer mucha proteína es necesario para vivir más y mejor”.

Este es un tema muy controvertido que enfrenta a muchos de los gurús de la longevidad.

Yo, hasta ahora, me había posicionado más en el lado de los “hiper-protéicos”, pero varias entrevistas que he hecho recientemente en el podcast me están haciendo cambiar de opinión.

Hoy voy a compartir contigo las 3 reflexiones sobre por qué es importante revisar nuestras creencias, 2 artículos que ponen en duda esta creencia sobre la proteína y terminaré con algo más práctico para ti: 1 recomendación de un nuevo suplemento que he descubierto.

Por cierto…

Habrás notado algunos cambios en la newsletter 😎.

3 años después de que empezara escribir estoy contento de decir que esta newsletter se ha convertido en uno de los referentes de salud en español.

Esta es la segunda newsletter más grande en español de Substack y, esta semana, hemos superado los 10 millones de lecturas.

Por eso pensé que era hora de profesionalizar un poco más la imagen.

He cambiado el nombre a la newsletter para alinearlo con el nombre del podcast y también he mejorado las imágenes y banners.

Por cierto, también he cambiado el nombre de mi comunidad privada a Club Gente Interesante.

Allí estamos haciendo cosas muy interesantes. Por ejemplo ahora estamos en medio de un reto keto y entrenamiento de 28 días. ¡Para llegar al verano en plena forma!

Una persona escribió esto:

Creo que esto resumen mejor que nada de lo que yo pueda decir lo que El Club Gente Interesante representa. Es algo que va mucho más allá de mi y del contenido que comparto.

Y, después de estos anuncios, vayamos a cambiar de opinión.

3 razones por las que cambiar de opinión

¿Te consideras una persona de convicciones firmes?

¿Te enorgulleces de mantener tu visión del mundo a pesar de la presión social o de nuevas informaciones?

Si es así, lo que te contaré te incomodará.

Durante años creí que la coherencia era una virtud suprema, pero he descubierto que la verdadera fortaleza mental está en la capacidad de modificar nuestras creencias cuando la evidencia así lo requiere.

Y no estoy solo en esta creencia.

“La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar.” - Albert Einstein

El método científico, el sistema más poderoso para adquirir conocimiento, se basa justamente de partir de una posición de humildad intelectual en la que no sabemos nada con absoluta certeza.

Einstein comprendió esto mejor que nadie. Cuando formuló la teoría de la relatividad, no lo hizo aferrándose a los principios newtonianos que habían dominado la física durante siglos. Lo logró porque se atrevió a cuestionar fundamentos que parecían inmutables.

“Cuando los hechos cambian, yo cambio de opinión. ¿Y usted?” - John Maynard Keynes

Durante la Gran Depresión de 1930, Keynes propuso soluciones que contradecían el pensamiento económico ortodoxo de su época. Argumentó que en tiempos de crisis económica, el gobierno debía aumentar el gasto público aunque esto generara déficit. Esta posición era casi herética para los economistas clásicos, pero Keynes no temió desafiar el consenso cuando la evidencia sugería un nuevo camino.

Pero su desafío a dogma no terminó aquí. A lo largo de los años una de las críticas que más le hicieron fue, justamente, que cambiaba de opinión muy a menudo. Su respuesta es la cita que te he escrito arriba.

Lo crucial aquí no es el cambio en sí mismo ni las opiniones que tienes, sino la disposición a seguir la evidencia donde quiera que nos lleve, incluso cuando contradice nuestras convicciones previas.

“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.” - Winston Churchill

Aunque esta cita probablemente sea apócrifa, refleja perfectamente la mentalidad pragmática que caracterizó al líder británico durante la Segunda Guerra Mundial.

Churchill no se aferró a posiciones ideológicas rígidas. A lo largo de su carrera política, cambió de partido en varias ocasiones, adaptando sus estrategias según evolucionaba la realidad política y militar. Esta flexibilidad fue crucial durante los momentos más oscuros de la guerra, cuando Gran Bretaña se enfrentaba prácticamente sola a la amenaza nazi.

Hoy en día, esta capacidad de ser flexible ideológicamente se vería casi como una traición. Hemos llegado a un punto donde la fidelidad a la ideología está por encima de la adaptación a la realidad.

Pero… ¿Qué sentido tiene aferrarse a una ideología cuando los hechos la contradicen? ¿Qué valor tiene mantener una supuesta coherencia interior que resulta completamente incoherente con el mundo real?

Quizás la verdadera coherencia consiste precisamente en ajustar nuestras creencias cuando descubrimos que no se corresponden con la realidad.

2 artículos que me hacen replantear cuánta proteína es necesaria

Este meta-análisis revisa datos de 19 estudios que evaluaron los requerimientos proteicos en adultos sanos.

Los autores concluyeron que la ingesta para cubrir las necesidades del 97.5% de la población, es de 0.83 g/kg/día. Muy por debajo de los 1,6 y hast 2g que yo, anteriormente, había sugerido.

Este resultado ha sido ampliamente utilizado para ajustar las recomendaciones nutricionales y diseñar dietas que promuevan la salud y el envejecimiento activo.

Aviso que este estudio no es perfecto. Por un lado se utiliza una técnica indirecta (el balance de nitrógeno), por otro lado no se tiene en cuenta el nivel de actividad física de los participantes ni se tiene en cuenta la casuística (muy importante) de personas que quieren ganar masa muscular.

---

Este es otro artículo que acaba de salir y que me ha llamado la atención.

Investigadores siguieron durante 30 años a dos grandes grupos de personas para analizar el impacto de ocho patrones alimenticios diferentes. El resultado fue contundente: quienes mantuvieron dietas ricas en alimentos vegetales complementadas con cantidades moderadas de proteínas animales de calidad envejecieron notablemente mejor.

¿Qué significa exactamente "envejecer mejor"?

Mantener funciones cognitivas, fuerza muscular, vitalidad y menor incidencia de enfermedades crónicas.

De nuevo los datos aquí no son concluyentes ya que los estudios observacionales siempre pecan de lo mismo: datos reportados poco fidedignos y confusión de variables. Pero si que nos dan una idea de por donde pueden ir los tiros.

Estos dos estudios parecen indicar que la cantidad de proteína que necesitamos no es tan alta como pensaba.

A esta revisión puedo añadir que he preguntado a otros expertos (por ejemplo Néstor Sánchez y la Dra. Natalia Eres) y todos me han confirmado que las recomendaciones de proteína óptima están a la baja. No se sí llegaremos a niveles de 0.8 g/kg/día pero cada vez hay más consenso que 2 g o más son innecesarios.

1 suplemento que te recomiendo: de "alquimista aficionado" a confiar en expertos

Siguiendo con el tema de cambiar de opinión, quiero compartir otro cambio de paradigma en relación a mi enfoque sobre la suplementación.

Durante años, he sido una especie de "alquimista aficionado" escogiendo mi suplementación. Un día añadía zinc, otro día curcumina, quizás algo de resveratrol cuando me sentía inspirado, o aumentaba el magnesio si creía que lo necesitaba.

Experimentaba constantemente, combinando suplementos según lo que leía o intuía que podría funcionar.

Este enfoque (que consideraba informado e incluso sofisticado) se desmoronó tras dos conversaciones reveladoras en mi podcast. La primera fue con Dani Ciscar, un verdadero experto en suplementación, quien no solo me hizo cuestionar lo que yo consumía, sino también lo que había llegado a recomendar a otros. La segunda fue con Xevi Verdaguer, quien enfatizó que la suplementación nunca debería ser nuestra primera estrategia de acción para mejorar la salud.

Estas conversaciones me confrontaron con una verdad incómoda: a pesar de todo lo que había leído, no tenía el conocimiento suficiente para tomar decisiones verdaderamente informadas sobre qué suplementos necesitaba mi cuerpo. Estaba jugando a ser nutricionista sin tener la formación adecuada.

¿La solución más sabia?

Consultar a un experto. Y en este caso, decidí confiar en Dani Ciscar, quien, frustrado por no encontrar suplementos de calidad, creó Energy Pro Detox.

Su enfoque me pareció brillante. En lugar de atacar síntomas específicos con suplementos aislados, Dani se centra en fortalecer el sistema de desintoxicación hepática, lo que considera el pilar fundamental de cualquier estrategia de suplementación. Nuestro cuerpo ya posee todas las herramientas para lidiar con su entorno; nosotros solo necesitamos asegurarnos de que estos sistemas funcionen óptimamente.

Tras dos meses usando Energy Pro Detox, he notado dos cambios significativos: una mejora notable en mi energía durante todo el día (especialmente ha desaparecido ese bajón de la tarde que me dejaba sin fuerzas) y una recuperación más rápida después de mis entrenamientos, con menos dolores musculares.

Ahora mi estrategia de suplementación se ha simplificado radicalmente. Tomo Energy Pro Detox como base, complementado únicamente con los suplementos que considero esenciales y bien respaldados por la evidencia científica: omega-3 de alta calidad, creatina para rendimiento muscular y cognitivo y colágeno hidrolizado para la salud de articulaciones y piel (aunque este último es el que aún me genera algunas dudas).

Si te interesa probar este enfoque, puedes conseguir Energy Pro Detox con un 10% de descuento usando el código ORIOLRODA.

Y sí, en total transparencia, recibo una comisión por cada compra realizada con mi código, pero solo recomiendo productos que uso personalmente y en los que creo firmemente.

Y aquí termina el 321 de esta semana.

Espero que este correo te haya resultado útil.

Cambiar de opinión y reconocer que no sabía tanto como creía sobre proteína o suplementación no es fácil. Abandonar el manto de “experto” y pasar a ser el de “buscador” implica un cambio de paradigma y de personalidad. Pero como hemos visto en las historias anteriores, a veces la verdadera sabiduría está en saber cuándo abandonar nuestras viejas certezas.

¡Nos vemos la semana que viene!